Nuestros Dioses: Epona (II)

09.01.2019

     Como continuación de la primera entrega sobre la Diosa Epona (ver primera parte), en esta ocasión nos centraremos principalmente en su vinculación con el caballo, sin olvidar otros aspectos.

     Es indudable la importancia de este animal en el mundo antiguo de Iberia, tanto en los pueblos de tradición celta como en los íberos. Los hallazgos arqueológicos, los textos históricos y la comparación con otras culturas coetáneas nos hablan de ella. La Diosa Epona nos muestra a través de este animal una parte de nuestra cosmogonía, de nuestra manera de entender el mundo y las interrelaciones entre los humanos y los seres divinos.

     Varios son los aspectos en los que hemos de fijarnos a la hora de hablar de los caballos desde el prisma meramente religioso ibérico y en conjunción con Epona. Entre ellos el primero que nos llama la atención es, casi sin duda, el ritualístico, dada la profusión de imágenes de équidos tanto en la cerámica como en la escultura monumental y votiva. Y es que los caballos no solo eran símbolos de poder y estatus social entre nuestros antepasados, si no que también eran utilizados en el entorno espiritual de varias formas. La estrecha relación entre lo social y lo religioso hace que muchas veces (las más) no se pueda discernir a qué ámbito pertenecen los restos sacrificiales de équidos hallados en la península ibérica. Ni falta que hace, pues pretender separar ambos es tanto como admitir que no se sabe nada acerca de nuestros antepasados. El concepto de los equinos dentro de nuestras más antiguas tradiciones abarca ambos aspectos pues estos eran uno solo, cosa que nos parece imposible desde nuestro punto de vista de observadores del siglo XXI.

     Siendo nuestra Diosa Epona una deidad de carácter protector, psicopompo y de fertilidad, vemos que el caballo es, sin dudas, su animal sagrado por antonomásia y por la propia naturaleza de ambos. El caballo, como animal psicopompo que acompaña a nuestros difuntos a través de las aguas hasta el Inframundo, o como símbolo de la fertilidad y abundancia en nuestras tierras, o bien como portador en sus lomos de nuestra antigua aristocracia, no hace sino trasladarnos la manera en la que Epona, Alta y Digna Diosa de Iberia, nos acompaña en nuestro último viaje hacia el mundo de nuestros Dioses, nos procura la necesaria fecundidad agraria para nuestro bienestar y nos concede su protección.

     Al igual que Epona, el caballo como fiel representante de la Diosa a la que se consagra, queda vinculado al mundo funerario, al paso de los creyentes hacia el otro lado. Y no solo al entorno funerario, también lo ligamos a nuestros rituales de diversas formas, todas ellas anejas a la Diosa Epona o a otras deidades con las que comparte funciones. Dentro de nuestros modernos rituales rescatamos simbología y litúrgia de nuestros ancestros usando exvotos expiatorios a manera de ofrendas en rituales de agradecimiento por sanaciones, funerarios, de agradecimiento o incluso usando figuras equinas en sustitución de estatuas de Epona, pues es factible usar estas figuras de animales consagrados a alguna deidad en vez de las de la propia divinidad.

     El culto a nuestra Diosa Epona tuvo una enorme extensión fuera de nuestras fronteras, incluyendo la práctica totalidad de la Galia y llegando incluso a ser festejada en la propia Roma. Principalmente como deidad asociada a la protección de los caballos, animales importantísimos en el mundo antiguo a todos los niveles, pero también como deidad de naturaleza curativa vinculada a las aguas. Su vinculación al mundo funerario como deidad psicopompa, unida al carácter sanador y de protección hace de Epona una de las Diosas más queridas en Iberia, antes, y ahora.

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     Como continuação da primeira parte da Deusa Epona (veja a primeira parte), desta vez nos concentraremos principalmente em sua ligação com o cavalo, sem esquecer outros aspectos.

     Sem dúvida, a importância deste animal no antigo mundo da Ibéria, tanto na tradição celta como nos povos ibéricos. Achados arqueológicos, textos históricos e comparação com outras culturas contemporâneas nos falam sobre isso. A Deusa Epona nos mostra através deste animal uma parte de nossa cosmogonia, de nossa maneira de entender o mundo e as inter-relações entre humanos e seres divinos.
Há vários aspectos que temos de olhar quando falamos de cavalos do prisma religioso puramente ibérico e em conjunto com Epona. Entre eles, o primeiro que chama a atenção é, quase sem dúvida, o ritualístico, dada a profusão de imagens de eqüídeos tanto na cerâmica quanto na escultura monumental e votiva. E é que os cavalos não eram apenas símbolos de poder e status social entre nossos ancestrais, mas também que eles eram usados ​​no ambiente espiritual de várias maneiras. A estreita relação entre o social e o religioso significa que muitas vezes (o máximo) não se pode discernir o alcance dos restos sacrificiais dos equídeos encontrados na Península Ibérica. Não é necessário que ele faça isso, porque fingir separar os dois é tanto quanto admitir que nada é conhecido sobre nossos ancestrais. O conceito de cavalos dentro de nossas tradições mais antigas abrange ambos os aspectos, porque eles eram um, o que parece impossível para nós do ponto de vista dos observadores do século XXI.

     Sendo a nossa deusa Epona divindade protetora, psychopompa, da fertilidade e caráter, vemos que o cavalo é, sem dúvida, a sua sagrada excelência animais par e pela própria natureza de ambos. O cavalo, como animais psychopomp que acompanha os nossos mortos pelas águas para o submundo, ou como um símbolo de fertilidade e abundância em nossa terra, ou como excipiente em suas costas da nossa velha aristocracia, apenas mover o caminho em que Epona, Alta e Deusa Digna de Iberia, nos acompanha em nossa última viagem ao mundo dos nossos deuses, estamos buscando a fertilidade da terra necessária para o nosso bem-estar e nos concede proteção.

     Como Epona, o cavalo como fiel representante da Deusa a quem é consagrado está ligado ao mundo funerário, à medida que os fiéis passam para o outro lado. E não apenas para o ambiente fúnebre, nós também o ligamos aos nossos rituais de maneiras diferentes, todos eles ligados à Deusa Epona ou outras divindades com quem compartilha funções. Em nossos rituais modernos resgatado simbologia ea liturgia dos nossos antepassados ​​usando expiatorios exvotos por meio de ofertas na apreciação rituais de cura, funeral, graças ou mesmo usando números eqüinos substituindo estátuas Epona, é possível usar essas figuras de animais consagrado a alguma divindade em vez daqueles da própria divindade.

     O culto a nossa deusa Epona teve uma enorme extensão fora de nossas fronteiras, incluindo a totalidade prática da Gália e inclusive chegando a ser celebrada em própria Roma. Principalmente como uma divindade associada à proteção de cavalos, animais importantes no mundo antigo em todos os níveis, mas também como uma divindade de natureza curativa ligada às águas. Sua ligação com o mundo funeral como divindade psychopomp, juntamente com a cura e natureza protetora torna Epona uma das deusas mais amados na Iberia antes e agora.

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